Hervir un huevo no es una ciencia exacta: cuatro minutos después de que el agua empiece a hervir bastan para que la yema se ablande y la clara se vuelva esponjosa. Para una yema cremosa, se recomiendan de 7 a 8 minutos de cocción, pero un huevo bien cocido con la yema firme tarda entre 10 y 12 minutos.
Estos son los tiempos indicados por los chefs, pero según los científicos, cocer un huevo a la perfección es un proceso mucho más largo, que pocos tendrán la paciencia de probar.
Sin embargo, les dejamos la receta publicada este año en la revista científica Communications Engineering. Sumerjan los huevos durante dos minutos en agua hirviendo (100 °C) y luego hagan lo mismo, pero en agua tibia a 30 °C.
No parece muy complicado, pero prepárate para lo difícil: repite este ciclo durante 32 minutos. Este es el método de distribución dinámica del calor, llamado cocción periódica, que permite que tanto la clara como la yema alcancen su textura ideal.
El tiempo es un gran obstáculo para seguir las instrucciones de los científicos. Por eso, si se siguen los tiempos indicados por los chefs, nada puede salir mal. No ocurre lo mismo cuando la misión es pelar un huevo cocido a la perfección.
Aquí es donde la ciencia puede ser realmente útil en la cocina. Desde la década de 1960, los investigadores han estudiado los factores que influyen en el proceso. Y esta vez, las recomendaciones son más sencillas y mucho más prácticas que pasar media hora en la cocina intentando conseguir el punto de cocción perfecto.
Evitar los huevos demasiado frescos es uno de los trucos principales. Con el tiempo, el pH de la clara aumenta, volviéndose más alcalino; lo ideal es que esté entre 8,7 y 8,9 para facilitar la extracción de la cáscara.
La temperatura a la que se almacenan los huevos influye en el resultado final. Sabemos que deben conservarse en el refrigerador entre 0 y 4 grados Celsius para garantizar la seguridad alimentaria.
Sin embargo, los expertos aseguran que se pueden retirar dos horas antes de cocinarlos para bajar la temperatura y obtener mejores resultados al retirar la piel.
Hervir el agua y luego reducir el fuego antes de sumergir suavemente los huevos ayuda a aflojar la membrana que une la cáscara con la clara. Sin embargo, los huevos deben estar a temperatura ambiente para evitar que se agrieten o incluso se rompan por choque térmico.
Una vez cocinados el tiempo deseado, puedes enfriarlos en agua helada. Este truco, compartido en The Conversation por Polly Burey, profesora de ciencias de la alimentación de la Universidad de Queensland, puede ayudar a que las claras se separen de la cáscara.
Hay otros consejos que la investigadora australiana revela en su artículo “¿Existe la mejor manera de pelar un huevo cocido?”: agregar vinagre o bicarbonato de sodio al agua de cocción puede marcar una gran diferencia.
Gracias a la ciencia, por fin podrías tener un huevo en tu plato tan perfecto que casi te dé pena comértelo. Pero un final verdaderamente feliz en la cocina es aquel en el que se aprovechan hasta las cáscaras.
Tenes que saber que puedes reciclarlas de mil y una maneras, desde compost, repelente de babosas y caracoles en el jardín hasta pequeñas macetas biodegradables para semilleros de plantas.
Emilia Di Lorenzo, sca Romano, Lidia Ciriaco, Nunzia Iaccarino, Luana Izzo, Antonio Randazzo, Pellegrino Musto & Ernesto Di Maio. Periodic cooking of eggs. Communications Engineering.
G.W. Fuller & Peter Angus. Peelability of Hard-cooked Eggs. Poultry Science.
Hard Margaret M., Spencer John V., Locke Ruth S. & George Mary H. A Comparison of Different Methods of Preserving Shell Eggs: 2. Effect on Functional Properties. Poultry Science.
Paulomi (Polly) Burey. Is there a best way to peel a boiled egg? A food scientist explains. The Coversation.